jueves, 19 de junio de 2014

Una prueba de destrucción decidirá si hay que renovar todos los trajes de los bomberos

Heraldo de Aragón. Miguel Ángel Coloma
Cuadrar los presupuestos y encajar los recortes no resulta tarea sencilla en estos tiempos, pero el Cuerpo de Bomberos de Zaragoza considera que todo tiene un límite y que en materia de seguridad la administración tiene que mostrarse más sensible. Y su queja parece haber sido escuchada, porque el Ayuntamiento se va a gastar unos 25.000 euros –a falta de adjudicar el contrato, ese el coste estimado– en una prueba de destrucción que permitirá decidir si los trajes de intervención que están utilizando los equipos de extinción pueden alargar su vida o es necesario sustituirlos. En caso de tener que hacerlo, el Consistorio tendría que desembolsar cerca de medio millón de euros.

La última vez que se compraron trajes fue en 2008, cuando el Área de Régimen Interior se gastó 576.000 euros en renovar la ropa de labor de los funcionarios destinados en puestos operativos (en esa cantidad se incluían los cascos que, ahora, no hay intención de cambiar). Cuando presentó el material, el propio Ayuntamiento explicó que el periodo de uso de estas equipaciones era de cinco años. Sin embargo, ya se ha cumplido ese periodo y los técnicos consideran que las prendas pueden prolongar su vida hasta los diez años. Opinión que no comparten quienes se las ponen a diario, que consideran que el trajín de una ciudad como Zaragoza acelera su desgaste y ya no reúnen las características de seguridad originales.

"El fabricante dio una garantía de tres años y medio. A partir de esa fecha, hay un periodo recomendando de uso de entre cinco y seis años", explica Francisco Javier Tomey, del Sindicato Profesional de Bomberos. "No se trata de gastar por gastar, ni mucho menos. Pero este es un trabajo en el que te juegas la vida y las malas condiciones de un traje pueden contribuir a perderla, o a sufrir lesiones o quemaduras muy graves", añade. El colectivo recuerda además que en los presupuestos de este año había una previsión de 660.000 euros para material y que todavía queda un remanente de alrededor de 450.000. Estiman que el coste de cada lote de chaquetón y cubrepantalón sería de unos mil euros, y calculan que habría que comprar unos 300 (contando con unos 50 de reserva, para casos de necesidad y posibles ampliaciones de la plantilla, ya que actualmente hay 149 vacantes sin cubrir).

Acuerdo entre las partes

El diálogo parece haber dado frutos, ya que esta semana se reunieron representantes municipales y de los bomberos y acordaron someter a los trajes actuales a una prueba de destrucción antes de decidir si es necesario o no renovar todo el material.

Thermo-man


Según fuentes del Consistorio zaragozano, la complejidad de los análisis obliga a buscar una laboratorio especializado y tramitar un expediente para licitar el contrato.En cualquier caso, ya se ha puesto la maquinaria en marcha y este mismo lunes está previsto elegir los diez trajes que se expondrán a las llamas en la prueba del thermoman (ver gráfico) y al resto de ensayos (transpiración, rasgado, etc).


Los trajes que se usen en estos análisis quedarán completamente inservibles, por lo que está previsto seleccionar los más desgastados. En cualquier caso, es ropa que se está utilizando todavía en el quehacer cotidiano de los bomberos. Esta equipación ya supuso una importante mejora en 2008, ya que las prendas están confeccionadas con los últimos avances tecnológicos, lo que reduce el peso, facilita la movilidad y aumenta la seguridad.


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