Heraldo de Aragón. Miguel Ángel Coloma
Cuadrar los presupuestos y
encajar los recortes no resulta tarea sencilla en estos tiempos, pero el Cuerpo
de Bomberos de Zaragoza considera que todo tiene un límite y que en materia de
seguridad la administración tiene que mostrarse más sensible. Y su queja parece
haber sido escuchada, porque el Ayuntamiento se va a gastar unos 25.000 euros
–a falta de adjudicar el contrato, ese el coste estimado– en una prueba de
destrucción que permitirá decidir si los trajes de intervención que están
utilizando los equipos de extinción pueden alargar su vida o es necesario
sustituirlos. En caso de tener que hacerlo, el Consistorio tendría que desembolsar
cerca de medio millón de euros.
La última vez que se compraron
trajes fue en 2008, cuando el Área de Régimen Interior se gastó 576.000 euros
en renovar la ropa de labor de los funcionarios destinados en puestos
operativos (en esa cantidad se incluían los cascos que, ahora, no hay intención
de cambiar). Cuando presentó el material, el propio Ayuntamiento explicó que el
periodo de uso de estas equipaciones era de cinco años. Sin embargo, ya se ha
cumplido ese periodo y los técnicos consideran que las prendas pueden prolongar
su vida hasta los diez años. Opinión que no comparten quienes se las ponen a
diario, que consideran que el trajín de una ciudad como Zaragoza acelera su
desgaste y ya no reúnen las características de seguridad originales.
"El fabricante dio una
garantía de tres años y medio. A partir de esa fecha, hay un periodo
recomendando de uso de entre cinco y seis años", explica Francisco Javier
Tomey, del Sindicato Profesional de Bomberos. "No se trata de gastar por
gastar, ni mucho menos. Pero este es un trabajo en el que te juegas la vida y
las malas condiciones de un traje pueden contribuir a perderla, o a sufrir lesiones
o quemaduras muy graves", añade. El colectivo recuerda además que en los
presupuestos de este año había una previsión de 660.000 euros para material y
que todavía queda un remanente de alrededor de 450.000. Estiman que el coste de
cada lote de chaquetón y cubrepantalón sería de unos mil euros, y calculan que
habría que comprar unos 300 (contando con unos 50 de reserva, para casos de
necesidad y posibles ampliaciones de la plantilla, ya que actualmente hay 149
vacantes sin cubrir).
Acuerdo entre las partes
El diálogo parece haber dado
frutos, ya que esta semana se reunieron representantes municipales y de los
bomberos y acordaron someter a los trajes actuales a una prueba de destrucción
antes de decidir si es necesario o no renovar todo el material.
Thermo-man |
Según fuentes del Consistorio
zaragozano, la complejidad de los análisis obliga a buscar una laboratorio
especializado y tramitar un expediente para licitar el contrato.En cualquier
caso, ya se ha puesto la maquinaria en marcha y este mismo lunes está previsto
elegir los diez trajes que se expondrán a las llamas en la prueba del thermoman
(ver gráfico) y al resto de ensayos (transpiración, rasgado, etc).
Los trajes que se usen en estos
análisis quedarán completamente inservibles, por lo que está previsto
seleccionar los más desgastados. En cualquier caso, es ropa que se está
utilizando todavía en el quehacer cotidiano de los bomberos. Esta equipación ya
supuso una importante mejora en 2008, ya que las prendas están confeccionadas
con los últimos avances tecnológicos, lo que reduce el peso, facilita la
movilidad y aumenta la seguridad.
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