jueves, 4 de abril de 2013

Susto en el barrio de Delicias por un aparatoso incendio

Foto: Fernando Guillén
 
Heraldo de Aragón. Paola Berné.
Un aparatoso incendio en el nº9 de la calle de Sangenis, en el barrio de Delicias de Zaragoza, provocó este miércoles por la noche el pánico entre los vecinos del edificio de viviendas. El fuego, originado en el 2ºC, al parecer fue producido por una vela que, según fuentes presenciales, golpeó de forma accidental un niño en una de las habitaciones de la vivienda.

Las llamas comenzaron sobre las 22.40 en el segundo piso, habitado por dos menores y tres adultos. Todos pudieron salir por su propio pie, pero el humo se extendió hasta el noveno piso.

Varios vecinos salieron a las ventanas para pedir socorro y tuvieron que ser auxiliados por los bomberos mediante dos autoescalas situadas a ambos lados del edificio. El incendio, "muy aparatoso" según fuentes del Cuerpo de Bomberos, provocó una gran humareda que inundó la caja de escaleras, aunque solo un par de personas tuvieron que ser atendidas por inhalación.

En la calle, decenas de personas esperaban a sus familiares, que se habían quedado atrapados en el interior del edificio. "Nosotros tenemos a nuestros padres dentro. Les están poniendo oxígeno porque han tragado algo de humo y queremos ver si nos dejan subir", contaba un matrimonio de la capital aragonesa.

A su lado, María Leidiane, brasileña, de 31 años, se lamentaba por las pérdidas ocasionadas por el fuego. "Yo no puedo entrar a mi casa, ¿no? Se pegó fuego, ¿no hay nada?", le preguntaba angustiada a un bombero. Las llamas le sorprendieron ya acostada. Cuando comenzó el fuego, cogió a su pequeño, de mes y medio, y salió por su propio pie de la vivienda -ubicada en el segundo piso del inmueble que comparte con otra compañera de piso, una anciana y otro menor de edad-.

Ninguno de ellos resultó herido, si bien tuvieron que ser atendidos en el exterior por una UVI móvil para descartar posibles "intoxicaciónes", apuntaron los bomberos.

El humo se propagó desde la vivienda incendiada, en la segunda planta del inmueble, hasta el noveno piso. "Las escaleras se llenaron de humo, el ascensor automáticamente se apagó y ya no podíamos subir ni bajar", explicaba Armando Murillo, un vecino del séptimo que había salido "a comprar un jugo". Su mujer no podía salir de la vivienda, contaba. "Los viejitos del octavo se iban a tirar por la ventana al otro lado de la calle porque los extractores de la cocina estaban echando humo negro", señalaba Armando.

Afortunadamente, no hubo que lamentar ningún herido grave y la evacuación de los vecinos terminó pasadas las 00.30 de este jueves. Al menos seis coches de bomberos, una UVI móvil y una ambulancia se desplazaron hasta la calle de Sangenis y el paseo de Calanda para atender a los evacuados.
 
"Aún estoy temblando del susto"
 
Foto: Paola Berné. Heraldo de Aragón
 
 
"A ver cómo se ha quedado todo, por amor de Dios, estoy temblando aún", confesaba María Leidiane Barro da Costa  tras abandonar su vivienda, afectada por el incendio declarado este miércoles en un edificio del barrio zaragozano de Delicias.

"Yo estaba en la cama y al ver las llamas salimos a coger un cubo para tirar agua y fue cuando el fuego aumentó y salimos los cinco corriendo como estamos", cuenta Leidiane en pijama, arropada por una manta.

Según señala, el fuego se originó por la caída de una vela que accidentamente "tiró al suelo" uno de los dos menores que viven con ella. "Mi compañera de piso dejó una vela dentro de la habitación y creo que al niño se le cayó y prendió fuego", explica algo nerviosa.

Esta brasileña, de 31 años, estaba en el interior de la vivienda con su hijo, de apenas un mes y medio, otras dos compañeras de piso y un menor de tres años cuando se originó el incendió. Afortunadamente, ninguno de ellos resultó herido, si bien tuvieron que ser atendidos por una UVI móvil en el exterior del edificio.

"Estoy esperando para ver si puedo subir a coger algo de ropa porque estaba dormida ya en mi habitación cuando empezaron las llamas...", indicó. Un bombero la tranquilizaba y le aconsejaba que accediera con él al interior de la vivienda para recuperar algunas de sus pertenencias una vez terminada la evacuación.

"No puedo volver a mi casa esta noche. No sé ni dónde voy a estar. Mi hijo está con mi amiga en su casa que ha venido a buscarlo porque el biberón, la leche y todo estaba allí. Yo salí corriendo, llorando... a ver si se soluciona pronto y puedo recuperar algo", añade mientras se refugia de la lluvia en un portal vecino.
 

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