sábado, 27 de abril de 2013

Explosión de olla rápida



Lo cierto es que las ollas rápidas que existen en el mercado son muy seguras y cuentan con elementos de seguridad para evitar que se produzcan accidentes.
La olla, en su funcionamiento, va alcanzando presión progresivamente. Dicha presión la debe controlar la persona que está cocinando. Si esta persona abandona la cocina, también está abandonando el control sobre la cocción y los indicadores de la olla.
Si no hay nadie pendiente de bajar el fuego o retirar la olla en un momento determinado, la presión sigue subiendo. La olla cuenta con sistemas de alivio de presión en el caso de que este descontrol se produzca.
Pero, ¿que ocurriría si las válvulas de sobrepresión fallaran?
La olla continuaría aumentando su presión interna hasta que se produjera la ruptura del recipiente por su punto más débil, produciendo una explosión.
¿Porqué se puede llegar a producir?
Durante la cocción de determinados alimentos, la parte fibrosa de estos, podría llegar a obstruir la válvula de seguridad impidiendo que se liberase la presión excedente.
Si nos encontramos en la cocina, y estamos atentos a la cocción, sabremos perfectamente lo que le ocurre antes de que esto llegue a pasar. La retiramos tranquilamente del fuego y la dejamos enfriar. Eso sí, hay que esperar a que se enfríe para abrirla y observar el problema.
Hay que respetar siempre el límite de llenado (max. 2/3) y mantener limpias las válvulas.
Salida de presión por la goma
En este caso no se trata de una explosión, la válvula de sobrepresión se encuentra perfectamente y no se llega a alcanzar la presión de ruptura, simplemente una falta de mantenimiento en la goma provoca su rotura en un punto. Espacio suficiente para que se libere la presión, generando un chorro de vapor y comida que puede ocasionar quemaduras serias. Además se puede dar la circunstancia que la olla se autopropulse moviéndose de forma indeterminada.
Para poder disfrutar de las ollas con seguridad es necesario mantener unas normas básicas de seguridad:
  1. Seguir las instrucciones del fabricante
  2. Realizar el mantenimiento de las gomas de la olla en los periodos establecidos o ante la evidencia de fugas.
  3. No llenar la olla más de 2/3 de la misma
  4. Lavar la válvula de seguridad a menudo para evitar obstrucciones
  5. Cerciorarse que la olla ha sido cerrada correctamente
  6. Mantener la vigilancia mientras la olla esté funcionando con el fuego encendido
  7. No abrir la olla hasta que no haya bajado la presión





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