Heraldo de Aragón. Zaragoza. Maite Santonja
Un hombre de unos 80 años murió anoche carbonizado al prenderse fuego el salón de su vivienda, un segundo piso del número 20 de la calle de Venecia, en barrio de Torrero. En el incendio, que se produjo en torno a las 22.00, resultaron también intoxicados otros cinco vecinos del inmueble. Tres de ellos fueron asistidos con oxígeno por el equipo médico de la ambulancia del 080, pero los otros dos tuvieron que ser evacuados en ambulancia al Hospital Miguel Servet. Al cierre de esta edición se desconocía su gravedad.
Según relataban los vecinos, se vivieron momentos de auténtica angustia, ya que el octogenario -del que al cierre de esta edición solo se sabía que se llamaba Antonio- llegó a salir a la ventana envuelto en llamas y pidiendo auxilio. Cuando llegaron los bomberos, desde la calle ya no podía verse a la víctima, de ahí que aumentara la tensión.
Sabedores de que el tiempo corría en su contra, los miembros del equipo de rescate intentaron acceder a la vivienda tanto por la puerta principal como por la fachada. Pero el humo había inundado la caja de escaleras, por lo que el primer acceso fue a través de una de las ventanas.
<>, explicaba anoche el sargento Javier Lafuente, responsable del operativo.
En cuanto a las causas que pudieron desencadenar las llamas, el propio oficial reconocía anoche que todavía era pronto para apuntar cualquier posibilidad. <>, explicaba. De hecho, de la investigación se ha hecho cargo la Policía Cintífica, que tras quedar completamente extinguidas las llamas accedió al inmueble en busca de pistas que puedan poner luz en este desgraciado suceso.
Confinados en el tercero izquierda.
El humo se extendió por todo el edificio -de tres plantas y solo seis viviendas-, por lo que los bomberos tuvieron que ir llamando puerta por puerta para interesarse por sus inquilinos. A la propietaria de unos de los primeros pudieron sacarla a la calle y ponerla a salvo. Sin embargo, a las personas que estaban en las alturas superiores no se las pudo bajar por la escalera y hubo que confinarlas en el tercero izquierda. <>, relataba tras concluir la intervención el sargento Lafuente.
Al cierre de esta edición, la Hermandad de la Sangre de Cristo todavía no había podido llevarse el cadáver del fallecido, al que habrá que identificar ahora científicamente en el Instituto de Medicicina Legal de Aragón. <>, explicaba Noemí, la inquilina del segundo izquierda. <>, relataba, algo preocupada por el estado en el que iba a encontrarse su vivienda. Pero, como todos en la calle, lo que lamentaba profundamente era la pérdida del anciano.
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