viernes, 30 de octubre de 2015

"Mi madre me ha despertado gritando 'fuego, fuego' y teníamos la casa llena de humo"

Foto: Gabriela Trujillo Orozco
"Mi madre me ha despertado gritando 'fuego, fuego'. Teníamos la casa llena de humo, casi no podíamos respirar. Hemos intentado apagar el fuego con cubos de agua, pero no podíamos. He cogido a mi madre y hemos bajado como hemos podido a la calle", contaba Elvira Gabarre, descalza y con albornoz, poco después de las nueve en la puerta de su edificio, en la calle Santiago Lapuente, 16, en el barrio Jesús.

Elvira, de 46, y su madre, Aurora García, de 73, se han llevado este jueves por la mañana un susto tremendo, han perdido su vivienda pero han resultado ilesas. El fuego se ha iniciado en una habitación de su piso, sobre las 8.40. A esa hora, su sobrina, de 14, ya se había ido al instituto. Y la madre de la chica (hermana de Elvira e hija de Aurora), se había ido a dar un paseo.

"El fuego ha empezado en una habitación en la que mi hermana guardaba mucha ropa. Ella no estaba en ese momento en casa. Está un poco mal de la cabeza y se va pronto por la mañana. Hemos perdido muchas cosas", se lamentaba Elvira. Su madre, muy nerviosa y también descalza, esperaba en la calle a que los bomberos les dejasen volver a entrar. Ambas son viudas y mantienen a su familia gracias a sus pensiones de viudedad.

La vivienda ha quedado muy dañada, con dos habitaciones totalmente quemadas y el resto del piso muy afectado por el humo. Se han roto varias ventanas y persianas. Las inquilinas acumulaban gran cantidad de ropa y otros objetos en toda la vivienda. Vivían ahí de alquiler desde hace dos años y ahora van a trasladarse temporalmente a casa de una sobrina, en el mismo edificio.

Se trata de un edificio viejo (de 1944) de cuatro plantas y dos pisos por rellano. La puerta de la calle está rota y las escaleras deterioradas. Todos los vecinos han sido desalojados durante una hora mientras los bomberos apagaban el fuego y se han concentrado en el cruce de las calles Lapuente y Valimaña. La dueña del edificio también ha acudido a comprobar los daños.

"Mi hija se estaba preparando para ir al colegio y hemos notado que olía muy fuerte a humo. Luego ha llamado la vecina a la puerta gritando. Hemos salido a la calle y hemos avisado a los del bar de enfrente para que llamaran a los bomberos. Mi hijo ya estaba en el instituto y mi chica se ha ido luego al colegio", contaba Gabriela Rostas, vecina del primero.


"Todos los pisos están alquilados. Pero no se sabe cuánta gente vive en este edificio. Vemos entrar y salir a muchas personas. Hace unos años hubo otro incendio en otro piso. El edificio no está en buenas condiciones", comentaba un vecino en la puerta -que prefiere no dar su nombre-.

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