El Correo. Almudena de Cabo
Catorce personas perdieron la vida y otras ocho resultaron gravemente heridas en un incendio registrado ayer en un taller para discapacitados de la ONG católica Cáritas en Titisee-Neustadt, una localidad en el sur de Alemania. Según la Policía germana, entre los fallecidos hay varios minusválidos y monitores que murieron por la inhalación de humos.
Las llamas se desataron sobre las dos de la tarde a raíz de una explosión en el almacén del edificio, donde se trabajaba con sustancias químicas para el tratamiento de madera y metal. La alarma antiincendios saltó de forma automática y, pese a la rápida actuación de los bomberos y las fuerzas de seguridad, el rescate fue «dramático» y «complicado» por la naturaleza de las víctimas. «Son personas que ni en situaciones normales reaccionan de manera racional», alegó Karl Heinz Schmid, portavoz de los grupos de salvamento.
Muchas de los 120 personas que estaban en el edificio antes del suceso pudieron salir por su propio pie, pero después se encontraban en estado de pánico en la calle sin saber qué hacer o dónde ir. Aun así, otros trabajadores del taller -algunos con discapacidades múltiples- reaccionaron con total desorientación ante el fuego y tuvieron que ser rescatados por los bomberos, que trabajaron con máscaras y bombonas de oxígeno.
Se necesitaron alrededor de dos horas para controlar las llamas, pero el humo fue visible en las inmediaciones de Titisee-Neustadt hasta bien entrada la tarde.
«Totalmente aturdida»
En el dispositivo participaron alrededor de 300 personas, que contaron con la colaboración de varios helicópteros para evacuar con rapidez a los heridos a los hospitales más cercanos. Un equipo de psicólogos acudió a la zona del suceso para atender a supervivientes y familiares, pero también a los miembros de los equipos de salvamento que se vieron afectados anímicamente por el dramatismo de la operación.
«No entiendo cómo ha podido pasar algo así en un edificio tan moderno y tan bien equipado. No se puede explicar», aseguró Rainer Gantert, representante local de Cáritas. El inmueble es una instalación de tres alturas y que, según sus responsables, cumplía con «todas las exigencias que marca la ley». El taller de Cáritas fue abierto hace 30 años para dar empleo a discapacitados psíquicos y físicos de la región de Friburgo, en el Estado de Baden-Würtenberg.
Tras visitar el lugar de la tragedia, Winfred Kretschmann, primer ministro del 'land', confesó que estaba «profundamente afectado» y que cuando telefoneó a la canciller germana, Angela Merkel, ésta se quedó «sin habla y totalmente aturdida» por un «terrible» suceso. Las autoridades locales inmediatamente abrieron una investigación exhaustiva para conocer el origen y las razones de un incendio que ha conmocionado a todo el país.
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