viernes, 28 de enero de 2011

Siete heridos leves tras un violento choque de dos autobuses en la avenida de los Pirineos

Óliver Duch
Heraldo de Aragón. C. Peribáñez
Siete pasajeros de un autobús de la línea 28 de Tuzsa resultaron ayer heridos leves en un accidente ocurrido en la avenida de los Pirineos de Zaragoza. Pasaban pocos minutos de las 11.20 cuando el autocar de transporte público colisionó lateralmente con otro autobús de transporte discrecional que se encontraba vacío y correctamente estacionado en el carril de la calzada destinado a tal fin. Aunque el golpe fue aparatoso y el impacto -según los testigos- resultó «muy violento», los siete heridos, que fueron trasladados de inmediato a los hospitales Royo Villanova y Miguel Servet, únicamente presentaban lesiones leves como contusiones, golpes o pequeños cortes.

La Policía Local investiga las causas del accidente, aunque todo apunta a que se debió a un despiste del conductor, J. S. M., de 56 años, a quien le fue realizada la prueba de etilometría y arrojó un resultado negativo. El golpe se produjo a la altura del Colegio Molière, en dirección de entrada a Zaragoza, y las primeras hipótesis señalan que «el 28 se incorporaba a la circulación desde una de las paradas y no se percató de que había otro autocar estacionado en la vía», indicaron fuentes municipales, que añadieron que fue «muy aparatoso pero no tuvo consecuencias graves».

En el autobús de la línea 28, que cubre el trayecto entre Peñaflor y el paseo de Pamplona, viajaba una treintena pasajeros, muchos de los cuales sufrieron magulladuras y fueron atendidos en la propia avenida de los Pirineos por los servicios de emergencia. Hasta cuatro ambulancias de soporte vital básico se acercaron al lugar, donde también se desplazó la ambulancia UVI de Bomberos y media docena de coches de la Policía Local.

Sin afecciones de tráfico

El impacto fue de tal magnitud que provocó que el autobús aparcado, de la empresa Jiménez y que todavía lucía en su luna el cartel de 'Colegio Cedes. Ruta 1', acabara con una de sus ruedas subidas sobre la acera. A pesar de tener el freno de mano echado y de pesar en torno a las 12 toneladas, el autocar fue desplazado al ser embestido. Peor parado salió el bus de Tuzsa, tres de cuyos inspectores acudieron al lugar del siniestro e informaron de que estaba «bastante deteriorado».

Ambos buses quedaron empotrados y los trabajadores del servicio de limpieza urgente tuvieron que emplearse a fondo para retirar los cristales hechos añicos sobre la vía. Afortunadamente, no se registraron retenciones en la avenida de los Pirineos dado que existen tres carriles para la circulación y las dotaciones de Bomberos y Policía apenas hubieron de ocupar uno de ellos durante poco más de media hora. El bus de transporte público sí se quedó parado sobre un paso de peatones y estos lo rodeaban observando los daños con cara de asombro. «Aquí siempre hay varios buses aparcados, pero justo esta mañana estaba solo este aislado», comentaba ayer un vecino de María Montessori, testigo del accidente. Los habitantes de la zona comentaban que junto al pabellón ACB Aviva y frente al parque del Tío Jorge hay un carril de estacionamiento muy utilizado por autobuses que entran a Zaragoza desde los barrios rurales del norte y de la carretera de Huesca.
«Como hoy solo había un bus aparcado, parece ser que el conductor se habrá imaginado que no estaba quieto sino circulando y por eso se lo 'ha comido'», especulaba un grupo de vecinos, a los que habían atraído las sirenas, y que recordaban en su conversación el reciente 'milagro' del autobús de la GM que cayó a una zona ajardinada de la dársena de la estación Delicias. «No iba a mucha velocidad porque venía de parar un poco más atrás -aseguraba otro testigo-, pero es que estos coches son tan grandes que cualquier golpe le dejan a uno temblando». La expectación de los vecinos fue tal que muchos de ellos esperararon a que llegaran las grúas para ver cómo deshacían el 'desaguisado'. Aunque la carrocería de la parte frontal del autobús de Tuzsa quedó destrozada, los daños no afectaron al motor y pudo ser trasladado sin excesivas complicaciones.

Se da la circunstancia de que la línea 28 es, precisamente, una de las más afectadas por las modificaciones de los itinerarios de Tuzsa que entrarán en vigor el próximo lunes. La 128 desaparecerá y la 28 contará con un autobús más, lo que supondrá que circule con frecuencias más reducidas: de 23 a 19 minutos.

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