La rotonda en la confluencia del cuarto cinturón y la A-68, una de las más transitadas de Zaragoza, se cobró ayer una víctima mortal en un choque en cadena en el que se vieron implicados tres vehículos. El accidente se produjo poco antes de las diez de la mañana, cuando un turismo de la marca BMW colisionó por alcance con un Citroën Saxo y este, a su vez, golpeó la parte posterior de una furgoneta Fiat Multijet.
Como consecuencia de la triple colisión, ocurrida en dirección a Zaragoza, falleció en el acto uno de los dos ocupantes del Citroën, Miguel G. R., de 76 años y vecino de la capital aragonesa, mientras que su acompañante, una mujer de 72 años, resultó con lesiones leves. El conductor del BMW, W. M. R., resultó ileso, al igual que el chófer de la camioneta, aunque otra persona que se hallaba en este vehículo sufrió heridas de carácter leve.
El choque en cadena tuvo lugar en los carriles de incorporación a la rotonda que distribuye el tráfico entre la A-68 y el cuarto cinturón, donde la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora. Según los primeros indicios, la velocidad inadecuada del BMW pudo estar en el origen del siniestro, que se produjo además en un punto donde son frecuentes los choques, aunque no tiene consideración de punto negro. Al parecer, no había marcas de frenado en la calzada, según relató un testigo presencial.
AMASIJO // La víctima mortal y la mujer que viajaba en su automóvil, G. R. S., quedaron atrapados entre el amasijo de hierros en que quedó convertido el Citroën Saxo y fue precisa la intervención de los Bomberos de Zaragoza para extraerlos de la cabina. «Los dos ocupantes estaban atrapados y su coche se hallaba prensado entre el BMW y la furgoneta », dijo un portavoz del equipo de rescate.
En cambio, el conductor del BMW no sufrió lesiones debido a que se dispararon todas las bolsas de aire, según indicaron los miembros de los equipos de ayuda que se desplazaron al lugar del siniestro. Dio negativo en la prueba de alcoholemia. Los trabajos de extracción de las víctimas y para la retirada de los vehículos implicados en el siniestro duraron hasta pasadas las once de la mañana, lo que repercutió en la fluidez del tráfico en el acceso a Zaragoza.
La rotonda de la A-68, situada entre Zaragoza y La Cartuja Baja y justo debajo del cuarto cinturón, constituye uno de los puntos más conflictivos del tráfico en los accesos a Zaragoza. Fuentes de Tráfico señalaron que «son frecuentes» los accidentes leves, con daños de chapa, sobre todo debido al cambio brusco de carril y a no respetar las señales de ceda el paso que regulan la intersección.
Este tramo de la A-68, que solo mide 10,7 kilómetros y se interrumpe antes de llegar a la localidad de El Burgo de Ebro, se inauguró en noviembre del 2003 y pronto se convirtió en una vía propensa a las colisiones. Lo usan a diario miles de vehículos, dado que canaliza el tráfico existente entre la capital aragonesa y los numerosos polígonos industriales ubicados junto a la autovía y la carretera general, entre Zaragoza y Quinto de Ebro, a unos 30 kilómetros.
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