El Periódico de Aragón.
El puente de agosto no fue tranquilo para los Bomberos. Tres incendios en distintos puntos de Zaragoza y otro en Tauste alteraron la quietud de unos días en que la ciudad estaba prácticamente desierta. La primera alarma saltó el domingo, sobre las nueve y media de la noche, en la clínica Montecanal de la calle Maurice Ravel, en Rosales del Canal. Después, ya en la madrugada de ayer, ardió el remolque de un tráiler junto al área de servicio de Rausán, en la N-II. Y ya entrada la mañana, una humareda que salía de un transformador eléctrico obligó a los equipos de extinción a desplazarse al polígono Empresarium, junto a la carretera de Castellón.
El puente de agosto no fue tranquilo para los Bomberos. Tres incendios en distintos puntos de Zaragoza y otro en Tauste alteraron la quietud de unos días en que la ciudad estaba prácticamente desierta. La primera alarma saltó el domingo, sobre las nueve y media de la noche, en la clínica Montecanal de la calle Maurice Ravel, en Rosales del Canal. Después, ya en la madrugada de ayer, ardió el remolque de un tráiler junto al área de servicio de Rausán, en la N-II. Y ya entrada la mañana, una humareda que salía de un transformador eléctrico obligó a los equipos de extinción a desplazarse al polígono Empresarium, junto a la carretera de Castellón.
En la clínica Montecanal llamaron a los Bomberos a las 21.22 horas de anteayer al observar que había humo en la planta calle y que subía hasta la tercera planta por la caja de la escalera. La brigada que se desplazó al incendio descubrió que el humo procedía de un cuarto cerrado situado en el primer piso, en el que se encuentra el cuadro eléctrico. Ardieron unas baterías, pero no se registraron daños personales y el fuego estuvo confinado a un espacio muy reducido.
En la madrugada de ayer, los Bomberos salieron de nuevo, esta vez a la gasolinera Rausán, donde ardió un remolque cargado de tuberías de plástico PVC. El incendio se originó en torno a las 5 horas, según Efe, debido al reventón de una de las ruedas del camión, de la empresa Transportes de Mercancías de Cantabria SL.
Al percatarse del fuego y dada la proximidad de la gasolinera, el camionero optó por desprenderse del remolque, lo que evitó que también se quemara la cabeza tractora y que, al llegar al estacionamiento de la gasolinera, el fuego se propagara a otros vehículos.
Dadas las características del material que transportaba, se formaron muchas llamas y una elevada temperatura, además de un intenso humo que obligó a la Guardia Civil a regular el tráfico durante los 60 minutos que costó apagar el incendio.
Otro incendio que causó alarma fue el que se registró a mediodía de ayer en una subestación eléctrica del polígono Empresarium, junto a La Cartuja, y que generó un pequeña columna de humo. Al parecer, según indicaron los equipos de extinción, el transformador se vio afectado por una filtración de agua que provocó un cortocircuito y que fue seguido por una pequeña explosión. Sin embargo, pese a la aparatosidad del siniestro, los bomberos tardaron poco tiempo en apagar las llamas.
Foto: Faveton
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