El Periódico de Aragón.
La parte superior de la fachada del edificio número 5 de la calle Moneva, en cuyo bajo se encuentra el conocido bar El Calamar Bravo, se derrumbó ayer por la tarde en un aparatoso incidente que no causó daños personales.
El siniestro se produjo unos minutos después de las cuatro de la tarde, cuando la calle estaba desierta al haber concluido su jornada matinal los bares de tapeo que se encuentran en ella, caso de La Tropicana y El Pollo Bravo. "Suerte que no ha pasado de noche, cuando esto se llena de gente. Habría sido una catástrofe", dijo uno de los clientes de la taberna Bílbilis, situada en la esquina de Sanclemente y Moneva.
Únicamente una mujer que tropezó con los cascotes sufrió una pequeña lesión que hizo que tuviera que ser atendida por efectivos del 061, que desplazaron a la zona una UVI móvil en previsión de que pudieran ser necesarios sus servicios. La mujer terminó yéndose por su propio pie, explicaron fuentes de la DGA.
El número 5 de la calle Moneva fue declarado en ruina por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza hace unos meses. Los propietarios del inmueble recurrieron la decisión ante un Juzgado Contencioso Administrativo, que decidió dejar en suspenso la efectividad de la declaración mientras resuelve el pleito. El derrumbe parcial --posiblemente favorecido por las abundantes lluvias del fin de semana-- se produjo antes de que se haya emitido la sentencia.
La prohibición de transitar por la calle Moneva --peatonal-- afectaba también a los vecinos --no los hay en el edificio siniestrado--. Los bomberos --que desplazaron varias unidades y cuyos técnicos inspeccionaron la zona dañada-- y los responsables municipales recomendaron a los propietarios de los bares que no abrieran al público, ya que el estado del inmueble, uno de los que tienen redes de protección en su fachada, no permitía garantizar la integridad de los viandantes.
El siniestro se produjo unos minutos después de las cuatro de la tarde, cuando la calle estaba desierta al haber concluido su jornada matinal los bares de tapeo que se encuentran en ella, caso de La Tropicana y El Pollo Bravo. "Suerte que no ha pasado de noche, cuando esto se llena de gente. Habría sido una catástrofe", dijo uno de los clientes de la taberna Bílbilis, situada en la esquina de Sanclemente y Moneva.
Únicamente una mujer que tropezó con los cascotes sufrió una pequeña lesión que hizo que tuviera que ser atendida por efectivos del 061, que desplazaron a la zona una UVI móvil en previsión de que pudieran ser necesarios sus servicios. La mujer terminó yéndose por su propio pie, explicaron fuentes de la DGA.
El número 5 de la calle Moneva fue declarado en ruina por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza hace unos meses. Los propietarios del inmueble recurrieron la decisión ante un Juzgado Contencioso Administrativo, que decidió dejar en suspenso la efectividad de la declaración mientras resuelve el pleito. El derrumbe parcial --posiblemente favorecido por las abundantes lluvias del fin de semana-- se produjo antes de que se haya emitido la sentencia.
La prohibición de transitar por la calle Moneva --peatonal-- afectaba también a los vecinos --no los hay en el edificio siniestrado--. Los bomberos --que desplazaron varias unidades y cuyos técnicos inspeccionaron la zona dañada-- y los responsables municipales recomendaron a los propietarios de los bares que no abrieran al público, ya que el estado del inmueble, uno de los que tienen redes de protección en su fachada, no permitía garantizar la integridad de los viandantes.
Foto: El Periódico de Aragón
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