miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cincuenta metros de muro caen al patio de un centro de menores

Foto: Ángel de Castro

No habrá recortes ni falta de presupuesto en los centros de menores tutelados, pero ayer, tras dos años esperando una obra que nunca llegó, cincuenta metros lineales de muro cayeron sobre el patio de uno de ellos, ubicado en el paseo Tierno Galván de Zaragoza. Afortunadamente, la zona estaba vallada, porque los responsables del complejo sospechaban que esto podía pasar. Aún así, un par de vehículos resultaron dañados por el empuje de las vallas, y un matrimonio tuvo que abandonar una casa contigua ante la inestabilidad del terreno.

El desplome de unos cincuenta metros lineales ocurrió en torno a las 19.00 horas, según explicó en el lugar el técnico jefe de guardia de los Bomberos de Zaragoza. Bonafonte relacionó el desplome con las últimas lluvias, que habrían reblandecido la ladera de tierra sobre la que apoya el doble muro. Aunque apuntaron que el problema venía de lejos, como confirmaron fuentes del centro.
Hace unos dos años que alertaron a la DGA --responsable del complejo-- y al Ayuntamiento de Zaragoza de que la pared presentaba grietas y se abombaba. Desde entonces estaban esperando un informe técnico que avalara o desaconsejase las obras, que ahora tendrán que llegar por obligación. Como precaución habían vallado el perímetro del patio de recreo; aún así, los abundantes cascotes al parecer empujaron la valla y abollaron un par de furgonetas que tuvieron que ser retiradas, según los bomberos.



INESTABILIDAD

El problema no terminó ayer, tras la inspección del técnico de guardia, y no solo por la laboriosa limpieza de cascotes. El muro exterior cayó, pero el desplome ha puesto de manifiesto la inestabilidad del interior.

Esto no solo afecta a la ladera frente al centro, sino a la calle Mallorca, contigua, a bastantes metros sobre el nivel del paseo Tierno Galván. La calle termina en una valla que apoya en el muro caído, y tendrá que ser retirada y afianzada con urgencia.

Por precaución, los bomberos aconsejaron al matrimonio que vive en la casa al borde del precipicio que la abandonasen. "La casa no corre peligro", aclaró el técnico Bonafonte, pero sí el pequeño camino de acceso hasta la puerta, apoyado en el mismo terreno que la valla comprometida. Por ello, el matrimonio se trasladó temporalmente con sus hijos, según indicaron algunos vecinos.

Hoy, técnicos municipales y probablemente también de la DGA visitarán la zona para evaluar los daños y decidir qué actuaciones llevan a cabo en la zona. Un terreno sin acabar, según explicaron los habitantes de la zona, ya que según les dijeron estaba previsto prolongar la calle Mallorca más allá de la zona del desplome. Pero el proyecto nunca llegó a acometerse, como tampoco el afianzamiento del muro.

No es la primera vez que el consistorio y la DGA sufren problemas de desplomes, como sucedió el pasado mes de marzo en el colegio Santo Domingo, cuando un alero cayó y aplastó varios vehículos. Tras este desperfecto, y otro casi consecutivo --pero mucho menor-- en el Joaquín Costa, se intensificó la revisión de instalaciones.

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