Hoy.es. Sergio Lorenzo. Cáceres.
La imagen fue bastante contradictoria: unos bomberos que acuden a toda prisa a apagar un incendio en una vivienda de Cáceres... y son recibidos a puñetazos.
Ocurrió el 31 de diciembre de 2009. Los bomberos de la Diputación llegaron a las 15.25 horas a apagar un incendio en una casa, cuando de pronto se encontraron a un hombre, hermano de la propietaria de la casa quemada, que les recriminaba que llegaran, según él, tarde. Se fue al jefe de salida del parque de bomberos al que dio un puñetazo en el casco mientras decía, «eso por llegar tarde». Luego intentó agredir a otro bombero, diciendo que le iba a dar un puñetazo. La agresión no fue a más ya que el hombre fue frenado por varios agentes de la Policía Local.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres le condenó a un año y dos meses de prisión como autor de un delito de atentado a funcionario público, así como a pagar las costas procesales.
El condenado recurrió la condena a la Audiencia Provincial que ahora ha confirmado la sentencia.
Se pedía que la pena fuera rebajada al aplicar la eximente de miedo insuperable, considerando que se había mostrado agresivo al pensar que su familia estaba dentro de la casa en llamas; pero la Audiencia Provincial recalca que el agresor había sido informado reiteradamente de que en el interior del edificio no había nadie. También se pedía que se pudiera aplicar la eximente incompleta o atenuante muy cualificada de haber actuado movido por un arrebato u obcecación. «Ningún arrebato u obcecación - dice la sentencia -, puede haber en el que ha sido informado, con reiteración, de que en el edificio no hay nadie, a más de ser contradictorio arremeter y entorpecer a quien está allí para salvaguardar lo que él consideraba un peligro».
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