La quema de tres contenedores destruye una furgoneta y afecta a una vivienda

El Periódico de Aragón.

La quema intencionada de tres contenedores ha causado, la madrugada de hoy en Zaragoza, la destrucción de una furgoneta de venta ambulante y ha afectado a una vivienda próxima, uno de cuyos vecinos ha sido asistido por los servicios médicos por inhalación de humo. El suceso se ha producido a las 05:16 horas a la altura del número 19 de la calle Ribagorza de la capital aragonesa, al arder tres contenedores de residuos próximos a la fachada del edificio afectado, según han informado fuentes del Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

La intensidad del fuego ha hecho que las llamas se propagaran con rapidez a una furgoneta de venta ambulante, que ha quedado completamente calcinada, así como la carga que portaba en su interior. La proximidad de los contenedores al inmueble afectado ha favorecido que las llamas penetraran por el interior de la escalera del edificio y se propagaran por las distintas plantas. Los bomberos desplazados al lugar de siniestro han extinguido las llamas y han conseguido salvar del fuego a un turismo aparcado en las proximidades, aunque no han podido impedir la destrucción de la furgoneta.

Posteriormente, han ventilado el humo que se ha extendido por el edificio contiguo, uno de cuyos vecinos ha sido atendido por los servicios médicos de una intoxicación leve. Las fuentes citadas han explicado que la unidad de Policía Científica se ha hecho cargo de la investigación, con el fin de tratar de determinar la persona o personas que han provocado el incendio.

Por otra parte, otro contenedor ha ardido a las 03:18 horas en la calle Santa Lucía de la capital aragonesa, aunque la rápida intervención de los bomberos y la situación más alejada del recipiente ha impedido que las llamas se extendieran más allá del foco inicial. Las referidas fuentes han alertado del "grave riesgo" que supone para las personas la quema de contenedores, sobre todo en las zonas donde se ubican cerca de edificios, ya que las llamas pueden alcanzar la primera planta de un inmueble y causar graves afecciones.