Dos trabajadores resultaron ayer heridos al desprenderse y caer en el Ebro una plataforma sobre la que estaban realizando labores de mantenimiento en el puente de Hierro, en Zaragoza. El fuerte viento que sopló ayer en toda la ciudad, que alcanzó rachas de 85 kilómetros por hora, estuvo detrás de las causas del accidente, aunque fuentes de Bomberos apuntaron que el motivo podría haber sido otro.
El suceso se produjo sobre las 17.15 horas, cuando cuatro operarios se encontraban soldando una estructura que se utilizará en la remodelación de la pasarela, antes de comenzar las labores de pintura. Al parecer, esta plataforma se desplazó por razones que se desconocen y se desplomó sobre el río. Dos de ellos quedaron suspendidos en el aire gracias a sus arneses de seguridad, mientras que los otros dos se precipitaron al río cauce junto a la estructura, en una zona de la margen izquierda de poca profundidad, próxima a la orilla.
Los Bomberos procedieron a rescatar a los dos primeros, que resultaron ilesos, con ayuda de la autoescala. Los otros dos fueron evacuados por el equipo de buceadores. Uno de ellos, de 60 años, estaba inconsciente y fue trasladado por la UVI Móvil al Miguel Servet. A última hora estaba grave pero controlado y en observación en la UCI de Traumatología. El otro, que sufrió un esguince o una rotura en una pierna, fue evacuado al Clínico por la ambulancia del 061.
El secretario de Salud Laboral de MCA-UGT de Aragón, José de la Morenas, indicó que, en principio, los cuatro obreros iban suficientemente equipados, aunque se abrirá una investigación para conocer las circunstancias exactas del accidente. En todo caso, el sindicato reclamó a través de una comunicado extremar las medidas de precaución y prevención de riesgos en el sector de la construcción. Comisiones Obreras de Aragón, por su parte, criticó a la empresa por mantener la actividad laboral en un día tan ventoso.
RETRASOS El fuerte viento provocó otros problemas en la capital, aunque de menor consideración. Los viajeros de alta velocidad con origen y destino a Barcelona sufrieron retrasos de entre hora y hora y media como consecuencia de las condiciones meteorológicas. Este fue el tramo más afectado, según indicaron fuentes de Renfe.
Además, tanto los Bomberos como la Policía Local tuvieron que efectuar varias salidas por ramas caídas, contenedores desplazados y la tulipa de una farola, sin consecuencias de gravedad.
SOCAVÓN Por otra parte, la cantidad de agua caída a lo largo de la noche del miércoles en la capital generó a primeras horas de la mañana un socavón en la calzada de la vía Corona de Aragón, esquina Cortes de Aragón, que obligó a la Policía Local a controlar el tráfico desde las ocho de la mañana hasta que, alrededor de las 11.00 horas, se procedió a su asfaltado por parte de los operarios de Vialidad. Aunque en un principio el agujero no provocó afecciones graves en la circulación, los problemas surgieron durante el proceso del asfaltado, que originó atascos de una media hora.
El cruce de ambas vías es precisamente uno de los puntos que acapara mayor tráfico desde que se produjo el corte de Gran Vía por las obras del tranvía. Y es, precisamente, una de las rutas por las que se desvía el parque de los buses urbanos. Sin embargo, la rapidez en la actuación llevó a que en menos de tres horas ya estuviera asfaltado. Para lo cual fue necesario el corte de varios carriles de Corona de Aragón con el atasco para quienes en ese momento circulaban por ahí.
Foto: Rogelio Allepuz/ Chus Marchador
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