Foto: Ángel de Castro |
Un sintecho de 57 años, F. J. P., falleció a mediodía de ayer en el hospital Miguel Servet como consecuencia de la hipotermia que sufrió tras pasar a la intemperie en Zaragoza la gélida noche del sábado al domingo, en la que los termómetros alcanzaron temperaturas de casi dos grados bajo cero mientras el fuerte viento acentuaba la sensación térmica de frío. Se trata de la primera víctima mortal provocada por la ola de frío en Aragón.
Un vecino de Las Fuentes localizó a F. J. P. tendido en el suelo en el acceso a los garajes del número 83 de la calle Compromiso de Caspe poco después de las nueve de la mañana. Presentaba muy mal aspecto, por lo que decidió llamar a la Policía Local.
Unos minutos después, y al ponerse nervioso el afectado, el viandante decidió alertar al Cuerpo Nacional de Policía, que pidió el apoyo de los Bomberos. Estos movilizaron una ambulancia, que llegó a la zona en la que se hallaba el mendigo a las 9.41 horas.
Los Bomberos lo evacuaron al Miguel Servet, en el que ingresó cadáver en torno a las once y veinte de la mañana.
Fuentes de la DGA confirmaron que F. J. P. ingresó cadáver como consecuencia de una parada cardiaca, provocada, según un primer examen, por la hipotermia. No obstante, la causa oficial de la muerte no se conocerá hasta que al cuerpo le sea practicada la autopsia por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).
HUMILDE HOGAR
Los fallecimientos por hipotermia suelen tener como particularidad que, aunque otros órganos del cuerpo hayan dejado de funcionar, la muerte cerebral no se produce hasta que el cuerpo recupera una temperatura.
"Llevaba todo el invierno durmiendo en ese sitio", explicó ayer una vecina de un edificio próximo al lugar donde falleció el indigente, quien había convertido el portal de un inmueble en su hogar. Un colchón, cartones, varias bolsas de plástico y una botella de vino eran los escasos enseres con que contaba en la entrada de este bloque de viviendas de reciente construcción. De hecho, era el primer residente de la finca ya que ninguno de los pisos estaba todavía ocupado.
El alojamiento de emergencia del Albergue de Municipal de Zaragoza registró en la noche del viernes al sábado el récord de ocupación de los últimos cuatro años, con 70 transeúntes. Fuentes del centro atribuyeron este máximo a la persistencia del intenso frío durante tantos días.
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