El Periódico de Aragón. P. Peiró.
Un buen susto es lo que se llevaron los vecinos de Valdefierro cuando pasada la media noche detectaron en el suelo un movimiento extraño. Una culebra de más de un metro y medio de longitud se encontraba entre ellos, paseando por la acera. Como si hubiese aprovechado la bajada de temperaturas de la noche para salir a tomar la fresca.
El revuelo que se organizó fue considerable, teniendo en cuenta el tamaño del animal y la actitud amenzante que adoptó cuando los curiosos comenzaron a congregarse a su alrededor. Finalmente uno de los residentes de la calle Lucero del Alba dio el paso de llamar a los Bomberos antes de que la cosa pasara a mayores. Lo cierto es que esta especie conocida comunmente como bastarda es venenosa pero no peligrosa para el hombre, a pesar de su nombre. Pero con una decena de personas alrededor alarmadas, todo podía suceder, y los animales son imprevisibles.
Un nuevo hogar
Así, el grupo de bomberos la recogió y la trasladó a un nuevo hogar, el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de La Alfranca. Por el camino, los bomberos se encontraron a una compañera de esta culebra, otra bastarda que se estaba cerca del lugar pero que los vecinos no habían visto. Todo indica que estas dos serpientes provienen de un solar cercano a la vía donde fueron localizadas.
Desde el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje explican que estas especies son habituales y que es normal encontrarlas en los terrenos de la ciudad, aunque la mayor parte del tiempo permanecen escondidas y se alimentan de ratones. Fuentes de este centro reconocen que las especies recogidas son bastante grandes, pero que han llegado a recibir culebras de 1,84 metros y admiten que es normal que generen algo de alarma en los ciudadanos, porque no las conocen. Este animal seguramente buscaba el calor acumulado en el asfalto a lo largo del día, algo que las convierte en pasto habitual de los neumáticos, aunque en esta ocasión llamó la atención de los viandantes.
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