El Periódico de Aragón. D. López.
La rotura de una tubería de gas disparó ayer todas las alarmas en la calle Las Armas, del Casco Histórico de Zaragoza, ya que obligó a desalojar a "cerca de 200 personas". Así lo apuntaron desde Bomberos, que tuvieron que desplazarse a la zona, frente al portal número 96, cuando se recibió el aviso de que una excavadora que trabaja en la instalación de una acometida eléctrica en la vía pública había arrancado el conducto que daba suministro a un centenar de usuarios en la zona, entre vecinos y zonas comerciales.
El fuerte olor a gas y la peligrosidad que suponía el escape obligó a vaciar cuatro fincas próximas a la zanja (los portales 96, 102, 108 y 109) y los vecinos que se encontraban en ese momento, en torno a las 10.30 horas, en el centro de salud de la calle San Blas.
"La tubería era de cuatro pulgadas de diámetro y la fuga era importante, por lo que tuvimos que rociar la zona con agua pulverizada para evitar la formación de bolsas de gas que, aparte de su peligrosidad para la salud, suponía un claro riesgo de que se produjera una explosión con que se produjera una mínima chispa". Es el protocolo de seguridad habitual que se activa en estas situaciones pero siempre crea más alarma entre los ciudadanos.
Desde la compañía del gas indicaron que "el conducto que fue seccionado por la máquina conectaba con 17 acometidas que daban servicio a los vecinos de la zona" y que el suministro "se restableció tres horas después de que se produjera la rotura", a las 13.30 horas. Para entonces los ánimos ya estaban muy calmados entre los vecinos, después del desalojo inicial.
Durante esas tres horas, la tensión también aumentó cuando después de cerrar tres válvulas por orden técnicos de la compañía de gas para evitar que continuase la fuga, los Bomberos comprobaron que "el escape se mantenía y seguía saliendo gas". Poco más tarde llegaron a la calle los técnicos, que tuvieron que cerrar otras tres llaves de paso, dando por finalizada la alarma. Para entonces ya habían transcurrido "casi dos horas" y los vecinos pudieron regresar a sus casas.
No obstante, la incidencia se produjo por un error humano aunque no causó daños materiales ni, sobre todo, personales, pero el susto fue importante en el entorno. Una vez resuelta, el suministro se recuperó con normalidad y no hay riesgo de fuga.
Esta es la segunda rotura de una tubería de gas que se produce en Zaragoza en apenas una semana y, en ambos casos, se han producido por una excavadora. En aquella ocasión fueron los operarios de las obras del tranvía los que la arrancaron por error el conducto. Y eso que, como reiteraron ayer desde la compañía, "están a disposición de quien lo solicite, y de forma gratuita, los planos en los que se indica donde se encuentran las tuberías en la vía pública".
Foto: Nuria Soler
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