HERALDO DE ARAGÓN. C. FONTENLA. Zaragoza
Los conductores de uvis móviles del 061 de Zaragoza capital han denunciado falta de personal, en concreto de técnicos ayudantes, en algunas unidades. Esta deficiencia les obliga a cargar en algunos servicios con pesos de hasta 180 kilos y, en ocasiones, aseguran, hasta se pone en peligro a los pacientes. En estos momentos, dos de los cuatro vehículos de estas características que hay en la capital aragonesa se encuentran en esta situación.
"Es una dejadez y desidia del Salud. Se está haciendo un buen servicio, pero a costa de nuestra salud", critica Félix García, conductor de una de estas ambulancias. Recuerda que en algunas situaciones se ha puesto en peligro tanto la salud de los conductores de ambulancia como la de los propios pacientes. "En una ocasión tuve que entrar en un bar para que alguien me ayudara a bajar a una persona a la ambulancia. Y, en otra, al no poder con el paciente, tuve que esperar hora y media a que enviaran otro vehículo con más personal", señaló.
Otro caso especialmente complicado es cuando este personal tiene que transportar incubadoras de un hospital a otro. Estas cunas especiales llegan a pesar hasta 180 kilos, "con el riesgo que supone además porque se lleva a un bebé", señala García.
Fue en 2005, con el nuevo convenio suscrito para el servicio de transporte sanitario terrestre urgente de Aragón, cuando desapareció la figura de técnico ayudante en dos de las uvis móviles de Zaragoza (antes, sí que había en todos los vehículos). En principio, se supone que estas ambulancias sin técnicos ayudantes prestarían servicios secundarios, pero "realmente desde el primer momento han estado haciendo las mismas labores que las principales y de urgencia", explica García.
Desde entonces, los conductores han llamado a todas las puertas del departamento del Salud, incluso a la consejera, y al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente. Durante más de un año, esta institución solicitó información sobre la situación que denuncia el personal de las uvis móviles. Archivó el caso en julio de 2009, no sin antes pedir a Salud y Consumo que encontrase una solución al problema. "Vamos a seguir luchando, porque está en juego la salud de nuestros pacientes. Quiero dejar claro que la empresa que gestiona las ambulancias no tiene la culpa, ya que es el convenio el que no recoge esta figura y la responsabilidad es del Gobierno de Aragón", recordó García.
Ellos mismos han calculado que sería necesario la contratación de ocho personas más, lo que el coste por persona y año "sería de apenas unos 20.000 euros". "No estamos pidiendo que se contrate a veinte o treinta personas más", señaló el conductor.
Por su parte, fuentes del departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón reconocieron que estos dos vehículos carecen de este personal, aunque no ofrecieron más detalles de la situación de estos vehículos medicalizados ni las quejas que han transmitido los conductores de estas ambulancias.
Los conductores de uvis móviles del 061 de Zaragoza capital han denunciado falta de personal, en concreto de técnicos ayudantes, en algunas unidades. Esta deficiencia les obliga a cargar en algunos servicios con pesos de hasta 180 kilos y, en ocasiones, aseguran, hasta se pone en peligro a los pacientes. En estos momentos, dos de los cuatro vehículos de estas características que hay en la capital aragonesa se encuentran en esta situación.
"Es una dejadez y desidia del Salud. Se está haciendo un buen servicio, pero a costa de nuestra salud", critica Félix García, conductor de una de estas ambulancias. Recuerda que en algunas situaciones se ha puesto en peligro tanto la salud de los conductores de ambulancia como la de los propios pacientes. "En una ocasión tuve que entrar en un bar para que alguien me ayudara a bajar a una persona a la ambulancia. Y, en otra, al no poder con el paciente, tuve que esperar hora y media a que enviaran otro vehículo con más personal", señaló.
Otro caso especialmente complicado es cuando este personal tiene que transportar incubadoras de un hospital a otro. Estas cunas especiales llegan a pesar hasta 180 kilos, "con el riesgo que supone además porque se lleva a un bebé", señala García.
Fue en 2005, con el nuevo convenio suscrito para el servicio de transporte sanitario terrestre urgente de Aragón, cuando desapareció la figura de técnico ayudante en dos de las uvis móviles de Zaragoza (antes, sí que había en todos los vehículos). En principio, se supone que estas ambulancias sin técnicos ayudantes prestarían servicios secundarios, pero "realmente desde el primer momento han estado haciendo las mismas labores que las principales y de urgencia", explica García.
Desde entonces, los conductores han llamado a todas las puertas del departamento del Salud, incluso a la consejera, y al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente. Durante más de un año, esta institución solicitó información sobre la situación que denuncia el personal de las uvis móviles. Archivó el caso en julio de 2009, no sin antes pedir a Salud y Consumo que encontrase una solución al problema. "Vamos a seguir luchando, porque está en juego la salud de nuestros pacientes. Quiero dejar claro que la empresa que gestiona las ambulancias no tiene la culpa, ya que es el convenio el que no recoge esta figura y la responsabilidad es del Gobierno de Aragón", recordó García.
Ellos mismos han calculado que sería necesario la contratación de ocho personas más, lo que el coste por persona y año "sería de apenas unos 20.000 euros". "No estamos pidiendo que se contrate a veinte o treinta personas más", señaló el conductor.
Por su parte, fuentes del departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón reconocieron que estos dos vehículos carecen de este personal, aunque no ofrecieron más detalles de la situación de estos vehículos medicalizados ni las quejas que han transmitido los conductores de estas ambulancias.
Foto: H.A. Heraldo de Aragón
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