El Periódico de Aragón. Ana Lahoz
Los veteranos del FC Barcelona ganaron a los del Real Zaragoza por uno a dos, pero el resultado fue lo de menos. Lo que ayer se vivió en La Romareda fue una victoria contra el cáncer. El tradicional partido benéfico de Aspanoa (Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón) derrochó solidaridad, apoyo y compromiso, y más de 24.000 personas no quisieron faltar a esta cita que ya se ha convertido en todo un clásico de la ciudad. El público no defraudó, así lo explicaba el exzaragocista Andoni Cedrún: "La respuesta por parte de la gente es fabulosa. El sentimiento zaragocista está con la lucha de la vida de los niños y da igual el partido, lo importante está en la grada. Esto solo pasa en Zaragoza y en Aragón", comentó el exportero.
En las gradas, familias al completo comentaban la presencia en el césped de quienes, en algún momento, fueron sus ídolos. "Señor y Pichi Alonso siempre serán unos magos del balón", decía Miguel Suárez, un jubilado de 67 años que nunca falta a la cita de Aspanoa.
La respuesta física
"Me gusta venir con mis nietos, porque ellos son los primeros que quieren ayudar a los niños con cáncer. Disfruto tanto como ellos, me hace ilusión ver a jugadores que hicieron mucho por el Real Zaragoza y por el fútbol", puntualizó Miguel.
Antes de que el balón echase a correr, la banda de música de Alcañiz puso el sonido y se homenajeó al Cuerpo de Bomberos de Zaragoza. En el ámbito deportivo, Víctor Muñoz tuvo el corazón dividido. El técnico disputó la primera parte con el Barça y en la segunda se pasó al bando contrario. Un gol de Alberto adelantó a los catalanes, pero el Real Zaragoza empató gracias a un bonito gol de Aineto.
"Estos del Barça han venido con la artillería pesada, pero nos lo hemos pasado bien y lo importante es que la gente haya participado", decía ayer Xavi Aguado. El exzaragocista jugó toda la primera parte, ejerció sus galones de capitán, gritó a sus compañeros en el terreno de juego y recibió una gran ovación cuando fue sustituido. "Siempre será el gran capitán del Real Zaragoza", declaraba Susana Camuñas, una joven de 37 años que se acercó ayer a La Romareda con su hija Clara.
Los veteranos del equipo aragonés entrenan cada jueves en la Ciudad Deportiva para no perder el tono físico, pero Aguado reconoció al final del choque que "el cuerpo ya no responde como hace unos años". Carlos Cuartero, que ayer participó por primera en este partido, terminó el partido con molestias en su rodilla izquierda, pero apuntó que "aunque sea con limitaciones físicas, es una mañana para vivirla".
Al final, el Barça hizo un segundo gol cuando apenas restaban unos minutos para el final y ganó el partido, pero nunca una victoria importó tan poco. El verdadero triunfo se encontraba en las gradas y "en la solidaridad mostrada por la sociedad aragonesa", decía Carlos Cuartero. El jugador exzaragocista destacó "el compromiso de la gente, sobre todo de la gente joven con Aspanoa". Y es que nadie, ni pequeños ni mayores, quiso faltar a la gran fiesta anual de la solidaridad.
En las gradas, familias al completo comentaban la presencia en el césped de quienes, en algún momento, fueron sus ídolos. "Señor y Pichi Alonso siempre serán unos magos del balón", decía Miguel Suárez, un jubilado de 67 años que nunca falta a la cita de Aspanoa.
La respuesta física
"Me gusta venir con mis nietos, porque ellos son los primeros que quieren ayudar a los niños con cáncer. Disfruto tanto como ellos, me hace ilusión ver a jugadores que hicieron mucho por el Real Zaragoza y por el fútbol", puntualizó Miguel.
Antes de que el balón echase a correr, la banda de música de Alcañiz puso el sonido y se homenajeó al Cuerpo de Bomberos de Zaragoza. En el ámbito deportivo, Víctor Muñoz tuvo el corazón dividido. El técnico disputó la primera parte con el Barça y en la segunda se pasó al bando contrario. Un gol de Alberto adelantó a los catalanes, pero el Real Zaragoza empató gracias a un bonito gol de Aineto.
"Estos del Barça han venido con la artillería pesada, pero nos lo hemos pasado bien y lo importante es que la gente haya participado", decía ayer Xavi Aguado. El exzaragocista jugó toda la primera parte, ejerció sus galones de capitán, gritó a sus compañeros en el terreno de juego y recibió una gran ovación cuando fue sustituido. "Siempre será el gran capitán del Real Zaragoza", declaraba Susana Camuñas, una joven de 37 años que se acercó ayer a La Romareda con su hija Clara.
Los veteranos del equipo aragonés entrenan cada jueves en la Ciudad Deportiva para no perder el tono físico, pero Aguado reconoció al final del choque que "el cuerpo ya no responde como hace unos años". Carlos Cuartero, que ayer participó por primera en este partido, terminó el partido con molestias en su rodilla izquierda, pero apuntó que "aunque sea con limitaciones físicas, es una mañana para vivirla".
Al final, el Barça hizo un segundo gol cuando apenas restaban unos minutos para el final y ganó el partido, pero nunca una victoria importó tan poco. El verdadero triunfo se encontraba en las gradas y "en la solidaridad mostrada por la sociedad aragonesa", decía Carlos Cuartero. El jugador exzaragocista destacó "el compromiso de la gente, sobre todo de la gente joven con Aspanoa". Y es que nadie, ni pequeños ni mayores, quiso faltar a la gran fiesta anual de la solidaridad.
Foto: Ángel de Castro
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