martes, 18 de marzo de 2014

La Audiencia de Zaragoza exonera al Ayuntamiento y a la DGA en su responsabilidad en el incendio de la Flying

Los bomberos van sacando poco a poco los cuerpos de los fallecidos en el incendio
Aragón Digital. Luis Miguel Gabás.
Un cruento incendio, en la madrugada del domingo 14 de enero de 1990, en la discoteca Flying, ubicada en Zaragoza, se llevó la vida de 43 personas y una resultó gravemente herida. Después de 24 años de lo sucedido, los familiares de las víctimas han vuelto a recibir un nuevo revés judicial al ser desestimado un recurso en el que se pedía que el Consistorio zaragozano y el Gobierno de Aragón fueran considerados responsables.

Los magistrados de la Sección Quinta del tribunal provincial señalan en una sentencia, a la que ha tenido acceso ARAGÓN PRESS, que “la falta de acreditación del origen del incendio, fuera de que se trató de un fallo eléctrico en un lugar más o menos determinado, impide realizar la valoración jurídica imprescindible para la fijación de las responsabilidades reclamadas”.

No obstante, la Audiencia de Zaragoza sí reconoce que “algunas actuaciones administrativas constituyen un funcionamiento anormal del servicio público por infracción de la normativa administrativa”.

En este sentido, a lo largo del fallo, se detallan diferentes problemas existentes en este suceso como que “no existió proyecto, tramitación y aprobación de las instalaciones de climatización y aire caliente ante la administración competente”. Una situación que respondía a que existían unas instalaciones de aire acondicionado previas, el proyecto de instalación eléctrica sometido a autorización administrativa contemplaba una determinada potencia destinada a su funcionamiento, aunque no se solicitó por la propiedad –el dueño era Faustino Martínez y el encargado del local, Francisco Lacruz– la autorización para dicha instalación a consecuencia de la modificación de las mismas.

Esta realidad, a juicio de los jueces, es “reprochable al propietario, no a la administración que no tuvo conocimiento de ello”.

En esta sentencia se confirma la sentencia de un juzgado civil, al que acudieron familiares de 22 víctimas, en la que se condena al encargado del local, Francisco Lacruz Barrios, a hacerse cargo del pago de las indemnizaciones, que cifra en 60.101,21 euros por cada fallecido, y en 240.000 para la mujer que a causa de las graves quemaduras perdió una mano. Como Francisco Lacruz falleció en 2003, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 condenó a los “ignorados” herederos del que fuera encargado de la discoteca y que están declarados en rebeldía.

Subsidiariamente, declaró la responsabilidad del dueño de Flying, aunque no han podido ver ese dinero, ya que Martínez fue condenado a dos años de cárcel en 2006 por la Audiencia Provincial por insolvencia fraudulenta, puesto que, según quedó probado, toda la actividad del condenado tras el incendio estuvo dirigida a impedir u obstaculizar los pagos tanto a las víctimas como a sus acreedores.

Unas paredes forradas de moquetas

El incendio se originó en el falso techo de la planta baja, junto a la salida de emergencia, donde confluían la escayola, los forrados de la insonorización y las conducciones eléctricas sin protección. Judicialmente se consideró el origen en los cables eléctricos que sufrieron recalentamiento y se requemaron previsiblemente por la producción de algún cortocircuito que originó la chispa.

Las paredes de la discoteca estaban forradas por materiales altamente combustibles, además de la existencia de sofás perimetrales de madera y goma espuma. El fuego fue sofocado por los bomberos en apenas veinte minutos, pero los gases emanados de los materiales plásticos hicieron que las víctimas no murieran carbonizadas, sino asfixiadas y aplastadas al intentar huir.


Según testigos presenciales la discoteca se encontraba ocupada en ese momento por aproximadamente 130 personas repartidas en las dos plantas (baja y sótano) en que se desarrollaba el local.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y viendo que hace poco hubo otro accidente en el pabellón Madrid Arena, se ve que no han mejorado los protocolos de evacuación de las fiestas.