A las 23.54 horas de la noche de ayer una dotación de bomberos buceadores se desplazó hasta el río Ebro para sacar del agua a un perro que había quedado aislado en el río. La propietaria del perro dio aviso de que su mascota se había lanzado al río, quedándose aislada en un islote del mismo. Al aproximarse los bomberos al islote, el perro se lanzó al agua siendo arrastrado por la corriente. Uno de los bomberos, cuando se disponía a subir al animal a la embarcación, sufrió varias mordeduras en la mano y en el brazo.
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