El Periódico de Aragón. M. Navarcorena
La asociación Iberflumen ha denunciado la peligrosidad que presenta el cauce del río Ebro a su paso por la capital por los hierros verticales que, con una altura de hasta 90 centímetros sobre el nivel del agua, sobresalen estos días a causa del estiaje. "Se trata de las armaduras de hierro de los pilares de la estructura del espectáculo del Iceberg de la Expo", explica el presidente de Iberflumen, Pablo Polo, en referencia a estos restos, "unas trampas peligrosas" tanto para piragüistas como para los propios Ebrobuses y demás embarcaciones.
Polo asegura que las administraciones con competencias son conocedoras de esta situación, al igual que todos aquellos que suelen acercarse al Ebro a disfrutar. No obstante, "todas las asociaciones de amigos del río estamos elaborando un informe, de más de 60 páginas, que enviaremos a los afectados", añade.
La estructura del Iceberg, el anfiteatro, el embarcadero de Ranillas, las riberas y el Náutico fueron las obras de la Expo más afectadas por una gran crecida ocurrida a finales marzo del 2008, que incluso obligó a retrasar la inauguración del espectáculo ubicado en mitad del río. Pero esta riada "también se llevó por delante restos de materiales de la construcción de la pasarela, del pabellón puente o el del tercer cinturón", puntualiza Polo, que afirma que estos materiales se han desplazado por el cauce "entre 180 y 250 metros".
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