miércoles, 30 de julio de 2008

Dos médicos se negaron a desplazarse para asistir al niño que murió ahogado


El Heraldo de Aragón.M.A. COLOMA. EVA RUEDA/Zaragoza

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía se ha hecho cargo de la investigación de la muerte del niño de cinco años que se ahogó el pasado lunes por la tarde en la playa fluvial ubicada junto al recinto de la Expo. El menor, de origen francés, fallecía ayer por la mañana en el Hospital Miguel Servet, donde ingresó en estado de muerte clínica después del suceso. Tras el desgraciado desenlace, la labor policial se centra ahora en aclarar si pudo existir una omisión de socorro por parte de dos facultativos, uno del 061 y otro de la Cruz Roja, que se encontraban muy cerca del lugar de los hechos pero se negaron a asistir al niño. Los agentes de Policía les insistieron, cara a cara, en que era urgente porque se estaba ahogando, pero estos contestaron que no podían movilizar sus ambulancias porque formaban parte de comitivas internacionales de la Expo. Los primeros en comparecer en la Jefatura Superior para dar su versión de los hechos han sido los siete policías (cinco municipales y dos nacionales) que se encontraban trabajando en la muestra y al escuchar los gritos de auxilio acudieron a la zona de las playas. Este periódico ha tenido acceso a su declaración, que tuvo lugar a las 20.30 del lunes y ha sido archivada en el registro de salida con el número 8.309/08, y en ella los funcionarios explican que ninguno de los dos médicos respondió a sus ruegos. Ante la posibilidad de que pudieran depurarse responsabilidades, los agentes les identificaron y han facilitado sus nombres a los investigadores. Durante su comparecencia ante Homicidios, estos agentes sitúan el suceso en torno a las 17.45 del lunes. Al escuchar los gritos, y de camino al recinto de la playa, uno de los policías locales alerta ya a la central del 092 para que pida una uvi móvil con prioridad. Cuando los funcionarios llegan al lugar de los hechos, comprueban que el socorrista y una enfermera, que se encontraba como bañista en la playa, estaban asistiendo a la víctima. A ellos se unen dos bomberos del operativo de la Expo, que llegaron a saltar la valla para poder auxiliar lo antes posible al niño. Entre todos, se fueron relevando en las maniobras de reanimación, hasta que llegó la primera ambulancia. La demora del vehículo sanitario desató los nervios de los presentes, y dos agentes decidieron desplazarse al puente del Tercer Milenio a esperar a la uvi móvil, para abrirle paso hasta la playa cuando llegara. Sin embargo, y aquí se produce el hecho más relevante, de camino al puente se toparon con una uvi móvil del 061 a la altura del Hotel Hiberus. La patrulla pregunta por el responsable médico y le informa de lo que está pasando en la playa, pero este dice no se puede mover porque forma parte de la comitiva de Mauritania (ese día visitaba la Expo el primer ministro del país africano). Los agentes siguen avanzando por el tramo nuevo de la avenida de Pablo Ruiz Picasso, y a solo unos metros la patrulla se encuentra con otra ambulancia (Soporte Vital Básico) de la Cruz Roja, a la altura de la Torre del Agua. Y la escena se repite. Aunque los policías se ofrecen a acompañarles hasta el lugar de los hechos, la médico que estaba al frente del equipo se excusa diciendo que forman parte de otra comitiva y no pueden acudir. Los agentes, desesperados, explican lo que está pasando a la central del 092, para que pida al responsable del Cecor (Centro Coordinador de Emergencias de la Expo) que movilice a una de estas dos ambulancias. Y finalmente, el vehículo de Cruz Roja acude a las playas. Pero cuando llega, ya son las 18.05. Como adelantó este periódico, los primera en llegar a la playa fue la uvi móvil de Bomberos, que según el registro informático del Cuerpo lo hizo a las 18.03, tardando tan solo ocho minutos y doce segundos en recorrer los aproximadamente 5 kilómetros que separan el Hospital Miguel Servet (donde se encontraba) del meandro de Ranillas. El equipo -integrado por un médico, una ATS, un auxiliar y un conductor- traía material suficiente para continuar con la reanimación avanzada del menor. De hecho, se le administró una inyección intraósea en la tibia que permitió recuperarle el pulso.
061 dice que siguió el protocolo El Gobierno aragonés, por su parte, insiste en que el protocolo de atención de emergencias se aplicó de forma correcta y mantiene que no se está investigando la actuación de los médicos. Para dar su versión de los hechos, convocó ayer una rueda de prensa de urgencia en la que Natalia Rivera, directora gerente del 061 -el servicio de Salud del Ejecutivo-, y la directora médica, Gracia García Bescos, defendieron -algo nerviosas- la actuación llevada a cabo por sus equipos. Rivera dijo que a las 17.50 recibieron una llamada de alerta por el suceso y que a las 17.53 movilizaron la uvi móvil de Bomberos, "tal y como les especifica el protocolo para los casos de emergencias sanitarias que se produzcan en la zona del Parque del Agua". Las responsables sanitarias del 061- no políticas- detallaron que la central de Bomberos no les comunicó que su uvi movil se encontraba realizando un servicio fuera de su base, de lo que infornó ayer HERALDO. "No nos lo dijeron", precisaron ambas. Y añadieron: "El vehículo que se estimó más apropiado es el que se decidió movilizar". "Está perfectamente estudiado por los equipos de emergencia que es mucho más rápida la uvi móvil del Parque de Bomberos de Valle de Broto que la propia uvi móvil del 061 que tenemos en el interior de Ranillas". Este último extremo fue negado taxativamente ayer por los bomberos. De hecho, parece que según su grabación, la primera llamada del 061 a su central no se recibe hasta las 18.20, y que fue el 091 quien les llamó antes. "Por qué estamos aquí si es tan rápido la llegada desde valle de Broto a la Expo?", se preguntaban ayer los Bomberos.

2 comentarios:

p2 dijo...

Me alegra que el Heraldo de Aragón aclare los hechos, ya que los bomberos actuaron rápida y diligentemente. Por otra parte me parece lamentable que el 061 no admita su responsabilidad y trate de echar balones fuera. Mi agradecimiento a la Policía por su profesionalidad en el servicio y por poner las cosas en su sitio.

csi dijo...

Lo que es muy triste es que no se pueda movilizar una ambulancia cuando un niño se está muriendo porque tiene que estar haciendo el paripé detrás de unos peces gordos. Sólo faltaría que a los bomberos que saltaron la valla para socorrer al niño les dijeran algo por abandonar su puesto. Los paripés de vez en cuando llevan a estas situaciones.

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